20%
OFF
Envío gratis

Problemas fundamentales de la filosofía / Georg Simmel

$14.000,00 $17.500,00
Compartir

Al terminar Problemas fundamentales de la filosofía, el lector puede preguntarse si los problemas que Simmel desenvuelve a lo largo del libro pertenecen al campo de la filosofía, si son problemas fundamentales de la filosofía, o si la filosofía no tiene otro fundamento que este conjunto limitado de problemas que la instituyen y marcan. ¿Habría filosofía sin estos problemas? Estos problemas (el Ser y el devenir, el tiempo, la vida y la muerte, el sujeto y el objeto, el mundo, la esencia y la apariencia, la verdad) ¿son resolubles? O, en todo caso, ¿cada época histórica no encontró una manera singular de planteárselos e intentar resolverlos? Simmel, como es de imaginar, no se propone, al desmontar diferentes respuestas que se le dieron, dejarlos atrás, como si pertenecieran a una época pasada, la época de la metafísica. Pero ya al plantearlos y mostrar su congénita irresolución está, en cierto modo, desprendiéndose de ese pasado al que sin embargo pertenece, y proyectando a la vez el pensamiento por venir.

 

Georg Simmel nació en Berlín en 1858 y murió en Estrasburgo, Francia, en 1918. Filósofo y sociólogo alemán, fue representante del neokantismo relativista y enseñó filosofía en las universidades de Berlín (1885-1914) y Estrasburgo (1914-1918). Quiso resolver las contradicciones a las que conducía el formalismo del “a priori” kantiano. También se empleó en deducir tipos morales (“Introducción a la ciencia de la moral”, 1892) y clasificar los sentimientos y las ideas que determinan la reconstrucción histórica (“Problemas de la filosofía de la historia”, 1892). Por otra parte, contribuyó decisivamente a la consolidación de la sociología como ciencia en Alemania (“Sociología”, 1908) y trazó las líneas maestras de una metodología sociológica, aislando las formas generales y recurrentes de la interacción social a escala política, económica y estética. Prestó especial atención al problema de la autoridad y la obediencia en su “Filosofía del dinero” (1900) y diagnosticó la especialización y despersonalización de las relaciones sociales en el contexto de una economía monetarista.